Formación de fontaneros localidad de Usme

 

 

 

 

 

 

Por Alejandro Pulido

Los acueductos comunitarios emergen dentro de la apropiación del territorio por parte de las comunidades en sus propios contextos, corresponden a la necesidad de abastecimiento de agua que no se restringe al consumo humano, sino que pasa por las demandas de los medios de vida locales que incluyen la cría de animales, cultivos, huertas, entre otros.

El abastecimiento de agua se ha realizado en mayor medida con tecnologías locales, que buscan resolver el problema central del transporte y tratamiento de agua a los centros de consumo, que se centran en la resolución del problema de acuerdo a los medios disponibles, la economía local y la posibilidad de apropiación de la tecnología que se implemente. Lo anterior ha ocurrido durante décadas sin acompañamiento del Estado, ha resuelto problemas locales concretos y ha resultado exitosa, teniendo en cuenta que estos sistemas (acueductos comunitarios) han logrado atender por lo menos a la cuarta parte de la población colombiana.

El acompañamiento institucional que se ha pretendido dar a los acueductos comunitarios, ha pasado por alto la realidad histórica y pragmática de los sistemas existentes. Este acompañamiento ha desconocido la realidad rural equiparándola a la realidad urbana, pasando por la imposición de un modelo técnico y normativo, que ha desconocido las realidades políticas y ambientales locales. Cabe mencionar también, el tono paternalista que acompaña el acompañamiento “profesional” sin criterios sociológicos que pretenden resolver problemas en contextos que no son analizados y que por el contrario terminan agudizándolos. En algunos contextos, no puede pasarse por alto el tono clasista (sociológicamente hablando), tecnicista y excluyente, con que algunos técnicos del Estado pretenden imponer sus criterios.

Lo anterior dicho en otras palabras, la asesoría para la potabilización del agua, no parte de criterios estrictamente técnicos, por ejemplo, colocar un filtro de agua sin considerar los costos de mantenimiento, sin definir en el lugar las condiciones y criterios de manejo, y sin entregarlo en funcionamiento puede generar conflictos internos de organizativos que pueden ser difíciles de superar.

La tecnología no está desprovista de lecturas políticas, de prejuicios, ni de condicionamientos. En contextos complejos, como es el mundo rural y en particular el campesino, se hace necesario abordar reflexiones amplias, transdisciplinares, y ante todo, que respondan a una posición clara y honesta sobre las problemáticas del mundo rural.

De acuerdo a lo anterior, se viene reflexionando sobre las perspectivas de fortalecimiento operativo y organizativo de los acueductos comunitarios:

  1. Los acueductos han venido prestando un servicio eficaz y adecuado que puede ser mejorado, pero no desconocido en sus experiencias históricas y territoriales.
  2. Cualquier paquete tecnológico tiene un contenido político, sociológico y económico, no hay tecnología neutral. El ejercicio de fortalecimiento técnico debe estar acompañado por lecturas complejas que busquen claramente el fortalecimiento organizativo local.
  3. El acompañamiento debe estar caracterizado por la gradualidad, que permita la apropiación paulatina enmarcada en procesos permanentes de reflexión y formación.
  4. Las lecturas que enmarcan el acompañamiento deben responder a las tensiones territoriales, que pasan por los efectos de la crisis climática, el agotamiento de ecosistemas, la vulnerabilidad de las economías campesinas, e incluso, las realidades y problemáticas locales de índole organizativo.

Se hace necesario continuar con el debate con las instituciones gubernamentales y las comunidades en términos de analizar la pertinencia de los programas de fortalecimiento oficiales hacia los acueductos comunitarios, ante la pregunta sobre el efecto real y acumulado que éstos pueden llegar a tener en los contextos locales.