La sensatez o el sentido común tienen que ver con lo evidente, el cambio de la vida cotidiana de millones personas por contaminación, acaparamiento o escasez del agua, la alteración del agua es progresiva y pone en peligro a miles de comunidades. La inminencia de múltiples crisis ambientales nos invita a la defensa del agua y pensar su estrecha relación con los derechos. El gran indicador de democracia y justicia de las naciones será el lugar que se le dé al agua en el ordenamiento territorial y su relación con el bien-estar o buen vivir de las comunidades y de los ecosistemas.
