Décadas de extractivismo y modelos de “desarrollo” centrados en el negocio, en el “úsese y bótese” y en el desmedido apetito del mercado se hacen sentir con fuerza, sobre todo, en los sectores populares, en los millones de campesinos y cada pueblo indígena o étnico. Hoy, el sentido común nos indica la necesidad de establecer un diálogo de saberes. El reto de defender el agua nos invita a reconocer el rol del conocimiento científico (diferente al argumento que se viste de